El ozono es un oxidante que cuando se aplica al agua de una alberca o piscina, se obtienen grandes beneficios debido a sus poderosas propiedades. Los equipos de ozono permiten tratar el agua de la alberca o piscina sustituyendo el uso del cloro.

En primer lugar se logra la desinfección total de gérmenes patógenos y no patógenos; entre ellos bacterias, hongos, virus, esporas y algas de todo tipo obteniendo una calidad totalmente potable.

De igual manera, el ozono elimina la materia orgánica y las sales minerales de calcio y manganeso por decantación, pues los iones libres de calcio, hierro y manganeso, entre otros, absorben el oxígeno formando sales y precipitándose. El ozono es además un agente floculante de agentes químicos. Debido a todo lo anterior, es como el agua adquiere su tono cristalino natural y lo conserva por largo tiempo, además de eliminar olores y sabores desagradables.

Cabe señalar que el ozono no afecta el pH del agua, sino que permanece a su mismo nivel, lo cual aminora riesgos y facilita el mantenimiento de la alberca. El agua tratada con ozono evita la irritación en los ojos o nariz,  y la resequedad de la piel. Adicionalmente, no daña las vestimentas de baño ni decolora ni daña el cabello. Incluso, puede ingerirse sin efectos nocivos.

El ozono es un excelente sustituto del cloro y otros químicos usados para albercas ya que se obtienen los mismos resultados principales pero con la ventaja de no producir residuos ni subproductos perjudiciales a la salud, y se vuelve, a largo plazo, en  una opción más económica. Además, previene la formación de bioproductos como cloraminas o trihalometanos.

El profesor de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) Alfred Bernard, autor de un conocido informe sobre los daños provocados por el cloro en niños, insiste que el mayor peligro del cloro al mezclarse con materia orgánica es la formación del gas tricloramina. Sustancias orgánicas como la saliva, el sudor, la orina, las heces fecales y células de la piel reaccionan con el cloro formando cloraminas.

El cloro puede ser absorbido por la piel, inhalado o ingerido por la persona, causando graves consecuencias en el cuerpo. 

Cuando se absorbe THM a través de la piel o de los pulmones directamente, éste puede tener un efecto cancerígeno más poderoso porque no se lleva a cabo el proceso de purificación a través del hígado, comenta la Dra. Cristina Villanueva del Instituto Municipal de Investigación Médica de Barcelona en el American Journal of Epidemiology, de enero de 2007.

El riesgo de cloroformo puede ser de 70 a 240 veces más alto en el aire de albercas en interiores que en albercas en exteriores. Investigadores canadienses encontraron que después de nadar una hora en una alberca tratada con cloro, las concentraciones de cloroformo en la sangre de los nadadores variaban de 100 a 1,093 ppb.

Según un estudio publicado por el "British Medical Journal", el cloro empleado en la limpieza de albercas o piscinas podría estar relacionado con la aparición de asma en los niños; y la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, que celebra en Sevilla el XXXIX Congreso Nacional Separ, ha alertado contra el exceso de cloro en las  piscinas ya que puede causar asma y dañar los pulmones, un riesgo que aumenta cuando la exposición al mismo es frecuente o muy prolongada, por lo que los expertos afirman que si bien nadar es un deporte en general aconsejable para los asmáticos ya que el aire húmedo y caliente de las piscinas compensa los efectos del ejercicio, no es recomendable cuando el aire está contaminado de toxinas. Inclusive, no es recomendable llevar a las piscinas a niños menores de 6 ó 7 años, ya que sus pulmones aún están en fase de desarrollo. El cloro en las albercas produce en varias personas melanoma, asma, sinusitis, problemas respiratorios, sin mencionar la arterosclerosis u otros problemas internos.

Por estas y muchas otras razones, el Comité Olímpico Internacional declaró ya no usar cloro en sus eventos.

El ozono utilizado en las piscinas permite obtener ciertos ahorros, como la disminución de energía por parte del calentador de agua, ya que se ha comprobado que un agua con menos sales se calienta más rápido. También se consigue un mejor funcionamiento de los filtros de arena y carbón activado debido al efecto coagulante sobre el agua. Pero sin duda su beneficio principal es que se puede prescindir de otros agentes químicos y desinfectantes como son: compuestos clorados, bromo, funguicidas y alguicidas.

El ozono puede utilizarse en cualquier tipo de alberca independientemente de su tamaño:

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• Centros Acuáticos
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